Por Alev Pinbell
"Al final del día, cuelgue [la máscara] en algún lugar y rocíela con Lysol, si puede pagarlo", dijo hace poco Rodrigo Duterte, presidente de Filipinas. “… Simplemente, encuentre un poco de gasolina [y] sumerja la mano [con la máscara] en ella". Como era de esperarse, sus polémicas recomendaciones causaron revuelo e inmediatamente desde el Departamento de Salud de ese país comunicaron que se trataba de una de las bromas del mandatario.
"Ya saben cómo se expresa el presidente. Probablemente fue una de sus bromas, especialmente lo de [limpiarlos con] gasolina".
Pero hoy, nuevamente, sus declaraciones sobre el uso de gasolina para desinfectar el tapabocas han vuelto a reavivar la controversia.
"Lo he dicho antes y lo repito porque es verdad: si no hay alcohol disponible, especialmente para la gente pobre, vayan a una estación de gasolina y úsenla para desinfectar los tapabocas".
Esta vez el presidente le ha dicho a sus asesores y miembros de su gabinete que no está bromeando y lo que dice es verdad.
“Los críticos dicen que ‘Duterte está loco’. Son idiotas. Si yo estoy loco, el presidente deberías ser tú, no yo. Lo he dicho antes y lo repito porque es verdad: si no hay alcohol disponible, especialmente para la gente pobre, vayan a una estación de gasolina y úsenla para desinfectar los tapabocas”, declaró el presidente en comentarios recogidos por la cadena BBC.
Ningún estudio ha probado que la gasolina pueda desinfectar los tapabocas.
Duarte también ha pedido a los filipinos resistir un poco más las restricciones para evitar la propagación del virus mientras llega una vacuna, para finales de año, según su pronóstico.
“Les prometo que, por la gracia de Dios, espero que en diciembre volvamos a la normalidad”, expresó.
El líder del país asiático anunció que China aseguró priorizar el suministro de vacunas y que tres compañías farmacéuticas chinas están a la cabeza por encontrar la ansiada inyección.
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