Por ithilson
Con un conteo de población de 7400 Millones de personas, para el 2016 la expectativa promedio de vida humana, se encontraba por encima de los 71 años en los distintos continentes, esto hablando en términos de causas comunes y naturales, dejando de lado desastres naturales o eventos como atentados terroristas, guerras u otros por el estilo.
Continuando con los registros poblacionales, pero enfocándonos ahora en las tasas de mortalidad, veamos el listado presentado por el IHME, en su estudio titulado “Global Burden of Disease”, en el que se indica que para el año 2017 se registraron más de 56 Millones de defunciones provenientes de un amplio abanico de orígenes, del cual, cerca de la mitad de estos fallecimientos pueden agruparse en 11 causas principales, algunas de ellas han encabezado el listado de mortalidad por más de una década. Veamos a continuación las principales causas de mortandad, junto con sus números de fallecidos relacionados durante el 2017:
Por su parte, y desde la aparición del COVID-19 hasta el mes de julio del 2020, se han contabilizado un total de muertes de 643.821 (ver mapa aquí) atribuidas a esta enfermedad en todo el mundo. Cifra que podría ubicarlo fácilmente en estos momentos en la lista anterior y de igual manera para finales de este año según las proyecciones. Incluso podemos especular que podría ocupar actualmente un puesto entre la diabetes y las enfermedades hepáticas, según los números que observamos.
Pero para ahondar un poco más en las estadísticas del coronavirus, tomaremos en consideración los estudios y seguimientos que realizan distintos entes, como por ejempo el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CCDC). Estos organismos concuerdan en que la tasa de mortalidad general del COVID-19 se ubica entre el 2% y el 4% aproximadamente, dependiendo del país y el tipo de población. Esta varianza se debe en parte a que la mortalidad de la enfermedad aumenta gradualmente según la edad de los pacientes infectados, por consiguiente, países con poblaciones de edad avanzada, tienden a sufrir una mayor cantidad de pérdidas humanas. En tal sentido, se ha determinado que la tasa de mortandad en personas de aproximadamente 40 años, sería del 0,4%; en edades superiores a los 50 años, es del 1,3%; para los 60 años es del 3,6%; de 70 años es del 8%: y en el caso de 80 años en adelante, el riesgo de fallecimiento se eleva a un 14,8%.
Por otra parte, y analizando el desarrollo en general de la enfermedad entre el total de pacientes que la contraen, la investigación del CCDC arroja que alrededor del 80,9% de los infectados, sufren síntomas clasificados como leves, el 13,8% síntomas graves, y únicamente el 4,7% de los pacientes sufren padecimientos críticos o mortales, los que incluyen insuficiencia respiratoria, multiorgánica, y hasta shock séptico. Es por estas cifras, que el presidente de la OMS, Tedros Adhanom, declaró que el COVID-19 no es tan mortal en comparación con otras enfermedades que han sido estudiadas, tales como el SARS o el MERS.
Para la fecha, en distintos países se continúa intentando desarrollar algún tipo de vacuna que pueda ayudar a combatir efectivamente la COVID-19, y con los avances que se están logrando, se espera que para finales de año contemos con la primera a disposición del público. Mientras tanto, debemos seguir aplicando los controles y protocolos de higiene, para evitar el contagio, y en caso de que esto ocurra, estar atentos a los síntomas y tratar de combatirlos lo más efectivamente posible.
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