Por Alev Pinbell
A través de su Alto Representante, Josep Borrell, la Unión Europea quiere impedir que el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán escale a un conflicto que desestabilice la región. A través de llamadas telefónicas, Borrell ha conversado con los ministros de exteriores de ambos países e invitó a las partes a retomar las negociaciones.
"Instamos a todos a hacer todo lo posible para evitar que estalle una guerra total porque esto es lo último que necesita la región. La escalada en torno a Nahorno Karabaj es muy preocupante porque conlleva el riesgo de una escalada grave y consecuencias graves para la estabilidad en la región. Por eso la UE ha pedido oficialmente a ambas partes que se abstengan de usar la violencia y que detengan de inmediato el enfrentamiento armado”, ha explicado Peter Stano, portavoz de la Comisión.
Asimismo, Alemania se hizo eco del llamamiento de la UE.
"El gobierno alemán ve este nuevo estallido del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán como un desarrollo muy peligroso de la situación, e instamos a ambas partes a un alto el fuego inmediato y a volver a las negociaciones. Existe un foro apropiado para esto, que es el Grupo de Minsk de la OSCE”, ha dicho Steffen Seibert, portavoz de la canciller alemana Angela Merkel.
Desde Bruselas también se manifestó el deseo de que terceros países intervengan en el conflicto, si bien algunos como Turquía ya han empezado a posicionarse.
"Condeno, una vez más, a Armenia que ayer atacó el territorio de Azerbaiyán. Turquía seguirá apoyando a su amigo y hermano Azerbaiyán de todo corazón y con todos los medios posibles", ha proclamado Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía.
Rusia, aliado tradicional de Armenia, tomó el camino de llamar a la conciliación para poner fin a las hostilidades.
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