El domingo se elevó nuevamente el nivel de tensión entre ambos países, después que, según Ereván, la capital de Armenia, fuerzas azeríes bombardearan la región separatista de Nagorno-Karabaj mientras Bakú, la capital de Azerbaiyán, acusó a las fuerzas armenias de bombardear posiciones militares y civiles azeríes.

De momento, no se precisaba el número de víctimas, pero el Ministerio de Defensa de Armenia dijo que las fuerzas de Azerbaiyán habían matado a un número indeterminado de civiles.

El Ministerio de Defensa de Armenia dijo que sus tropas habían destruido tres tanques y derribado dos helicópteros y tres vehículos aéreos no tripulados en respuesta a un ataque contra objetivos civiles, incluida la capital regional de Stepanakert.

“Nuestra respuesta será proporcionada, y toda la responsabilidad recae en el liderazgo político-militar de Azerbaiyán”, dijo el Ministerio en un comunicado.

Por su parte, Hikmet Hajiyev, el asesor superior del presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, señaló que las fuerzas armenias lanzaron ataques “deliebrados y selectivos” a lo largo de la línea del frente.

Asimismo, el Ministerio de Defensa de Azerbaiyán dijo que Armenia atacó asentamientos civiles y posiciones militares a lo largo de la “línea de contacto”, una zona que no pertenece a nadie que está fuertemente minada y que separa las fuerzas apoyadas por Armenia de las tropas azeríes en la región.