Por ithilson
El viernes 03 de enero, el ejército de EEUU realizó un ataque de precisión con drones (MQ-9 Reaper, o Predator B) sobre el convoy donde viajaba el General iraní Qasem Soleimani, en las cercanías del aeropuerto internacional de Bagdad en Irak. Tras el ataque resultó fallecido Soleimani y otros acompañantes de la milicia iraquí apoyada por Teheran. La orden del ataque fue autorizada directamente por el presidente Donal Trump.
El General Qasem Soleimani, quien fuera líder de la fuerzas especiales Al-Quds desde 1998, nació en Irán en 1957, y participó notoriamente en distintos conflictos en el Medio Oriente, siendo un gran adversario en la lucha contra el grupo terrorista autodenominado Estado Islámico, consolidándose como un notorio líder y estratega militar, por lo que gozaba de cierta popularidad en la zona.
El presidente Trump declaró a la prensa: "Actuamos anoche para detener una guerra. No actuamos para iniciar una guerra". Esto quizás lo dijo para tratar de apaciguar la tensión mundial generada por el ataque. De igual manera afirmó lo siguiente: "No buscamos un cambio de régimen. Sin embargo, las agresiones del régimen iraní en la región, incluido el uso de combatientes para desestabilizar a sus vecinos, debe terminar y debe terminar ahora".
Ante este ataque por parte de EEUU en suelo Iraquí, no se han hecho esperar las suposiciones de que un evento de esta magnitud pueda desatar una tercera guerra mundial, dependiendo claro está de los países que se pronuncien en referencia al caso. Lo que sí es innegable, es que el 2020 inició con vientos de guerra y este evento generó una tensión mundial que no se vivía en años.
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