Por Alev Pinbell
Este miércoles, manifestantes en Myanmar marcharon en lo que se considera hasta ahora las protestas más numerosas contra el golpe militar, mientras un experto de derechos humanos de Naciones Unidas advertía que se habían trasladado tropas a Yangón, lo que podría apuntar a una gran escalada de la violencia en la respuesta de las fuerzas de seguridad.
Tom Andrews, el enviado de la ONU a Myanmar, dijo haber recibido reportes del traslado de soldados a Yangón, la ciudad más grande del país, desde otras regiones.
“En el pasado, estos movimientos de tropas precedieron a muertes, desapariciones y detenciones masivas”, dijo en un comunicado emitido el martes por la noche por su oficina en Ginebra. “Estoy aterrado porque, dada la confluencia de estos dos eventos -protestas masivas planeadas y tropas reunidas- podríamos estar a punto de que el Ejército cometa crímenes aún mayores contra la gente de Myanmar”.
En Yangón, Mandalay -la segunda ciudad más grande del país- y la capital, Naipyidó, los manifestantes salieron a la calle en claro desafío a una orden que prohibía las reuniones de cinco personas o más. Para cuando empezó a anochecer no se habían reportado incidentes violentos graves.
“Marchemos en masa. Mostremos nuestra fuerza contra el gobierno del golpe que ha destruido el futuro de la juventud y nuestro país”, escribió Kyi Toe, vocero de la Liga Nacional por la Democracia, el partido de la depuesta líder Aung San Suu Kyi, en una publicación en su página de Facebook el martes por la noche.
También sucedió: Crecen las protestas en Myanmar y el Ejército responde con más represión (Video)
La marcha del miércoles en Yangón parecían ser una de las más grandes hasta ahora en la ciudad. Los manifestantes han adoptado una táctica para bloquear calles e impedir el acceso de las fuerzas de seguridad: estacionar vehículos en grupos, con la capota levantada y alegar que tienen problemas mecánicos.
Un reporte de la junta militar sobre que el movimiento estuviera perdiendo fuerzas provocó un mayor empuje de los manifestantes para salir a las calles, dijo Kyi Pyar, exlegisladora del partido de Suu Kyi. En una conferencia de prensa el martes, el Ejército afirmó que el número de manifestantes iría bajando.
“Esto molestó a la gente”, dijo. “No somos débiles, nunca cederemos en la lucha contra el régimen militar. De modo que estamos de nuevo en la calle”.
En Naipyidó, miles de personas, incluidos empleados de banca privada y trabajadores ferroviarios, marcharon por los amplios bulevares de la capital y reclamaron la liberación de Syy Kyi y del presidente, Win Myint.
Las protestas se han organizado dentro de un movimiento de desobediencia civil liderado por trabajadores médicos y respaldado por muchos funcionarios públicos.
Con información de AP
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