Por Alev Pinbell
Según los datos satelitales del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), el mes pasado hubo un aumento del 28 % respecto a julio de 2019. Solo en los últimos días se registraron 5 860 incendios en la Amazonía.
Para los especialistas este año se tendría el número más alto de incendios en mucho tiempo.
La principal causa de la mayoría de los incendios, afirman los expertos, es la deforestación de las tierras por parte de los agricultores y ganaderos.
El fuego es uno de los grandes problemas que enfrenta la Amazonía desde que el hombre comenzó a ver en ella una fuente de beneficio particular.
En 2019, los grandes incendios forestales ocurridos entre mayo y octubre coparon la atención global, al punto de que el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, fue duramente criticado y señalado como uno de los máximos responsables por alentar la deforestación con llamados a abrir la selva tropical a la actividad agrícola y la industria.
Debido a los señalamientos, Bolsonaro envió a los militares para combatir los incendios en la cuenca del Amazonas, decretó un veto para los fuegos con propósitos agrícolas y creó un grupo especial (Operación Brasil Verde) para afrontar el problema.
Sin embargo, los datos del INPE indican que los primeros siete meses del año los incendios en la Amazonía brasileña alcanzaron un nuevo récord, a pesar de las medidas tomadas y las acciones para prevenir los fuegos por parte del grupo Operación Brasil Verde.
Si no hay una desaceleración de esta tendencia, el 2020 podría ser el peor para el frágil equilibrio que ostenta el Amazonas.
La Amazonía, la selva tropical más grande del planeta, se considera vital para frenar el calentamiento global.
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