Por Alev Pinbell
No se trata de una especie que sea distinta a un dinosaurio, pero esta especie del Jurásico anterior, que vivió hace 110 millones de años a lo largo de las orillas de una antigua laguna en lo que hoy es el noreste de Brasil, tenía características que posiblemente serán difíciles de encontrar en otros dinosaurios, detalla la revista Cretaceous Research.
Este animal, llamado Ubirajara jubatus, poseía una melena de estructuras parecidas a pelos y al mismo tiempo presentaba dos rasgos completamente únicos.
Uno de ellos es que debía mostrar una densa cresta de estructuras parecidas a plumas primitivas, más parecidas a plumón que a otra cosa.
El otro rasgo eran dos larguísimas “púas” que emergían de cada uno de sus hombros. Tanto la cresta como las espinas parecen haber estado hechas de queratina, la misma proteína que da resistencia a nuestras uñas o nuestro pelo.
El propósito de estos rasgos únicos
Por ahora, en el artículo publicado por la revista, plantean la posibilidad que las estructuras en forma de cinta de Ubirajara pueden haber sido utilizadas para exhibir, posiblemente para atraer compañeros o intimidar a los adversarios. Parecen ser relativamente aplanadas, como cintas rígidas, y a mitad de una de sus caras, presentan un filo en sentido longitudinal.
En cuanto a esa melena con estructuras similares a pelos del Ubirajara parecen ser una forma rudimentaria de plumas llamadas protoplumas. Muchos dinosaurios tenían plumas. De hecho, las aves evolucionaron a partir de pequeños dinosaurios emplumados hace unos 150 millones de años.
Al ser un dinosario pequeño, del tamaño de un pollo, el Ubirajara jubatus se alimentaba cazando insectos y tal vez pequeños vertebrados como ranas y lagartos.
Aunque no es posible saberlo a través de un fósil, que llegó a un museo en el estado de Ceará a principios de la década de 1990, se sospecha que el Ubirajara pudo haber mostrado vivos colores.
Imagen principal: Ubirajara jubatus / Ilustración
Otras imágenes ilustrativas / Pixabay
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